martes, 26 de mayo de 2015

Grigory Drozd - Lukasz Janik (22/5/2015)

Estadio Olímpico Luzhniki, Moscú, Rusia.
En juego el título mundial WBC del peso crucero.

Después de su gran actuación ante el por muchos años campeón Wlodarczyk, a quien destronó en septiembre, y una cancelación del combate de revancha ante éste, Drozd tuvo que hacer frente a un Janik buscando en sustitución, que si no llegó a hacerle pasar dificultades destacables al menos no le permitió brillar.

En los primeros asaltos el campeón ruso parecía encaminado a ofrecer una contundente victoria en pocos asaltos, puesto que tomando el centro del ring presionaría e impactaría con sorprendente facilidad el croché de izquierda, el 1-2 y el 1-2-hook zurdo. Pero tras este buen inicio de Drozd, Janik, que a penas ofrecía otra respuesta que directos aislados, comenzaría a entrar de forma constante en clinch evitando el desarrollo de los ataques de su oponente. Aunque Drozd sólo necesitaba pequeños espacios para conectar el 1-2, el recto en corto y el gancho de mano adelantada, el planteamiento de Janik evitaría que el ruso pudiese lucir, aunque de todas formas se llevaría asalto tras asalto.
 
Las entradas en clinch de Janik se producían tanto para evitar las ofensivas de Drozd como para evitar los contragolpes del campeón una vez que el polaco se decidía a atacar. Si el enmarañado combate forzado por el aspirante no fuese suficiente para hacer un tanto tedioso el enfrentamiento, Drozd también recurriría al clinch de forma muy habitual, a veces de forma sorprendente, puesto que estando su rival de espaldas al ensogado y expuesto a sus terribles rectos, el campeón daba un paso adelante y se agarraba, quizás tratando de evitar los posibles contragolpes. En cualquier caso, ante poco más que algunos esporádicos jabs, directos diestros y hooks de Janik, Drozd siempre se llevaba la mejor parte, llegando a poner en varias ocasiones en apuros a su rival con sus pesadas manos en directo y en gancho o cruzado zurdo.


Así, desgastando por el directo de Drozd y algunos otros golpes, como breves combinaciones de uppercut por dentro, Janik fue mostrándose cada vez menos efectivo y enérgico, algo acentuado a partir del sexto asalto, round desde el cual ofrecería poco más que buscar un golpe decisivo por sorpresa. Este puño definitivo no llegaría, al contrario sería Janik quien visitaría la lona en el séptimo asalto alcanzado por un potente croché de derecha seguido por un contundente 1-2-hook, aunque Drozd se valió de un considerable empujón para terminar de derribarlo. Janik pudo terminar el asalto y aunque estaba muy tocado todavía ofrecería algunos contragolpes en el octavo episodio, pero no sería hasta el noveno round cuando concluiría la pelea. Tras impactar dos jabs, Drozd repetiría por dos veces con su mano zurda el hook de izquierda contra Janik, desestabilizado por el primero de los ganchos, lanzándose seguidamente en su persecución e impactando el directo diestro y hooks buscando el final. Janik se agarraría a la desesperada, pero tras la separación de ambos por el tercer hombre, Drozd conectaría un nuevo 1-2 que llevaba al árbitro a detener la pelea.

Con una amplia y trabajada victoria, pero sin a penas destellos del gran boxeo en línea que había mostrado en su anterior pelea, Grigory Drozd 40(28KO)-1(1) realizaba de forma exitosa su primera defensa como campeón mundial WBC del peso crucero. Janik se mostró como un púgil difícil, conectando algunos buenos contragolpes y sobre todo arruinando el ritmo de combate y la táctica ofensiva de su rival. Pero casi en ningún momento pareció cercano a poder ofrecer un cambio de tendencia en la pelea. Por su parte Drozd, una vez que vio frustrado su excelente uso de la distancia media-larga, aceptaría las constantes entradas en clinch y el golpeo en agarre para evitar que Janik pudiese ponerle en algunos problemas desde la distancia corta, tornándose así el combate un tanto enmarañado. Además, Drozd no dudaría en apoyar todo su peso sobre Janik como una arma más para desgastar a su oponente. Finalmente los potentes puños que Drozd podía conectar en cada asalto le permitieron, pese a la poca continuidad, ir quebrando la resistencia del aspirante hasta poder terminar con el enfrentamiento.

Con todo, a pesar de la clara victoria, la condición de número 1 de la división que a Drozd se le había otorgado tras su victoria sobre el destacado Wlodarczyk queda un tanto entre interrogantes ante este deslucido combate, no pudiendo o no queriendo imponer su distancia y su mejor boxeo. Por ello sólo su actuación en su próxima defensa mandatoria ante el terrible noqueador Ilunga Makabu terminará por aclarar su futuro y su nivel como campeón mundial.

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